I

Planteemos dos tesis acerca de nuestra realidad una: que somos una sociedad polarizada y dos: que hemos satanizado la palabra pacto. La acepción de pacto que se ha usado hasta ahora en política no es la que aparece en el Diccionario de la Real Academia Española de la lengua que lo define así: (SIC)

pacto.

(Del lat. pactum).

1. m. Concierto o tratado entre dos o más partes que se comprometen a cumplir lo estipulado.

II

El compromiso entre las DOS o más partes del pacto en nuestro país a menudo no es claramente expuesto a los pactantes, casi siempre el fin ulterior queda dentro de la bolsa y hay más de una intención que ni siquiera queda bajo la mesa, queda… en alguna circunvolución cerebral que puede no estar entre los aparentes participantes del “pacto”

Además, podemos decir que a menudo el compromiso expresado, no es el que realmente se tiene intención de cumplir.

III

En nuestra historia por falta de un diálogo amplio y popular precursor a los pactos, éstos han dado como resultado un guerra fratricida y un deterioro económico que nos ha ido desplazando a rivalizar con Haití en pobreza. Ya el terremoto lo tuvimos en el 72 y sigue produciendo daños.

IV

En Honduras la misma falta de dialogo y consulta, significó y aún hoy tiene una secuela de muerte y menoscabo económico y cuyo resultado afectó al resto de la región centroamericana.

Los efectos de este terremoto político sacudieron y siguen sacudiendo a la OEA, a organismos latinoamericanos nacidos o por nacer, como el Parlamento Centroamericano y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América.

V

Vemos síntomas negativos hasta en el Plan de Salud de Obama, cierto que esto es en los Estados Unidos pero ha polarizado aún más las ópticas de republicanos y de demócratas y como resultado pudiese significar que las diferencias de ambos partidos sean negativas para nosotros, y que realmente se alejan cada vez más de las pequeñas diferencias que antes se veían como si eran entre pepsi versus coca cola.

VI

Dificultades reales en Venezuela y Argentina de las que nosotros no somos ajenos y ahora por falta de un diálogo, negociación o pacto, se ha iniciado un camino rumbo al cuestionamiento sobre nuestra gobernabilidad e institucionalidad.

VII

Las recientes interpretaciones jurídicas cuestionables o cuestionadas por intereses personales, económicos o partidarios, nos dan el panorama de una asamblea que no termina de producir el humo blanco necesario para llenar las vacantes en puestos claves de nuestras instituciones.

VIII

Ha resultado tarea imposible despolarizar nuestros criterios, si partimos de que los pactos son satánicos, como prácticamente han venido siendo y con criterios férreamente disimiles, no es posible darle satisfacción a las partes en conflicto.

Con el consabido resultado de que cuando los elefantes pelean es el zacate el que sale pisoteado, léase el pueblo nica.

IX

Don Lenin afirmó que los detractores de los bolcheviques creían que éstos no pactaban y aclaró que aunque estas afirmaciones le gustaban, no eran veraces.

Luego planteó, que en política era preciso pactar, ver cuanta ventaja se sacaba y cuanto se cedía mientras se fuera intransigente en lo que no se podía pactar ni transigir. Textualemente señaló “No se puede transigir sobre nuestros principios, sobre las necesidades populares ni sobre nuestra vocación revolucionaria”.

X

Hacemos votos en favor de la reflexión y que los resultados de un pacto necesario y veraz, de buena fe y a cumplirse, no culmine con más descontentos que satisfechos. Es preciso pensar en el pueblo primero y no en los intereses particulares o de partido.

Managua entre calores insoportables con esperanzas de lluvia en Abril de 2010

Neville Cross y María Elsa Vogl

Miembros del Centro Nicaragüense de Escritores