Gusto del amor
de encuentros perfectos
momentos precisos
sin hora ni agenda.
Gusto del amor
de vinos y velas
de encajes y sedas
Mozart y estrellas.
Sin cotidiana costumbre
sin trajines de cazuelas
sin afanes domésticos
y perpetua dependencia.
Te invito a vivir así
a todo riesgo.
Tu y yo, no nosotros
cada quien y cada uno
solo hoy y hasta siempre.
María Elsa Vogl