¿NECESITAMOS UNA BOLA DE CRISTAL?

I En esta columna no tenemos miedo a aventurarnos en arañar el futuro, podemos equivocarnos y es normal, lo triste es cuando uno se queda como Cassandra profetizando la caída de Troya sin ser creída. No pensamos que hemos recibido de Apolo el don de vaticinar ni la maldición de hacerlo ante incrédulos oyentes, sino