¿Una luz de esperanza?

I

Leímos recientemente un mensaje de un buen amigo, quien reflexiona sobre el lado oscuro de la naturaleza humana, que hoy se evidencia con el genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, que no es diferente a pasados derramamientos de sangre en Irak, Kenia o Afganistán, sin olvidar Hiroshima y Nagasaki, y con el recuerdo permanente de los muertos por la dictadura somocista y la guerra fratricida que siguió.

Este lado oscuro oportunamente aparece en muchos pueblos donde la raza humana semeja fieras cegadas por sed de sangre. O que van tras el poder sin importarles la sangre derramada.

II

Gobernantes, pueblos y culturas alrededor del mundo de cuando en vez nos lanzamos contra quienes hemos previamente estigmatizado como el enemigo. En nada mejora que quienes orquestan estas masacres sean solo el reducido grupo de poderosos que se empeñan en estimular en las masas la violencia, en potenciar ese “lado oscuro” de la naturaleza humana.

Ellos manejan los medios masivos de comunicación, con los que reducen los sentimientos humanitarios en ese “hombre masa” que se comporta como robot sin conciencia de lo que hace, siguiendo las pautas que los medios le inculcaron a través de las modas, los ritmos musicales modernos, las noticias parcializadas y todos los sistemas de “incomunicación” que existen.

III

Pero al lado de esta deprimente oleada de decadencia y caída de valores humanísticos, es de apreciar un movimiento renovador que desde hace ya un tiempo vislumbramos en el horizonte -y eso es lo esperanzador- integrado por ONG, grupos humanitarios, ecologistas, personas proponentes de una nueva espiritualidad, hasta políticos de nuevo perfil, y también seguidores de la doctrina social de la Iglesia Católica. Católicos que todavía piensan y practican la Teología de la Liberación, aquellos que llevan a Juan XXIII en sus corazones.

Personas que pertenecen a otras denominaciones cristianas, Judíos, Budistas y Musulmanes que tienen parecida mística renovadora. Realmente son ya una masa de individuos críticos que cuestionan el sistema imperante. Vemos este movimiento abierto, sin un líder en especial, que está ofreciendo nuevas alternativas a los viejos y ya caducos sistemas basados en fanatismos hábilmente aprovechados por los poderosos del mundo para favorecer sus intereses.

IV

Percibimos este movimiento como un nuevo Renacimiento que brota espontáneo como los hongos en una campiña y se extiende por toda la tierra, y sigue aumentando poco a poco, mujeres y hombres que iluminan la naturaleza humana que esta llamada “civilización” ha querido extirpar del fondo de la conciencia de los habitantes de este mundo.

Pensamos que estos adelantados del bien, tarde o temprano pueden terminar por reemplazar el actual injusto sistema de convivencia social y política, que en estos momentos se derrumba inexorablemente, fundamentado en la exclusión, el materialismo, el utilitarismo, la explotación, el hedonismo y la segregación económica, étnica y religiosa de los diferentes grupos humanos.

V

Leyendo el emotivo homenaje del escritor Saramago a Obama, no nos sorprendió pero sí nos hizo meditar sobre la línea de pensamiento que expusiera nuestro amigo y que permite esa esperanza que buscamos por todos lados.

No creemos que Barak Obama sea una especie de redentor de la humanidad flagelada por el neocapitalismo y la globalización, tiene demasiados compromisos, ligas, tensiones y vínculos con el sistema que posiblemente no van a dejar cumplir cabalmente las promesas de campaña al recién estrenado presidente estadounidense.

VI

Dice Saramago, ganador del Nobel de 1998, reconocido comunista, refiriéndose a Obama ¿De dónde salió este hombre? Refiriéndose a que haya aparecido en la época en que vivimos, época que califica de “cínica, desesperante, sombría y por mil aspectos terrible.”Y añade “que levanta la voz para hablar de valores, de responsabilidad personal y colectiva, de respeto por el trabajo y por el recuerdo de quienes nos precedieron.”

Conceptos que fueron los cimientos de una sociedad humana mejor.

VII

Barack Obama es uno de los muchos regados por el mundo que ensalzan estos valores, aunque no hayan sido ascendidos a la presidencia de un país, pero que en sus familias, comunidades, donde alcanzan con sus medios, tratan de fortalecer y expandir estos antiguos y también nuevos valores.

Como dice Saramago, Obama nos habla de que otro mundo es posible.

VIII

Dicen que cada pueblo tiene el gobierno que se merece. USA mereció a Bush, pero el pueblo se asustó. Sin restarle méritos a Obama ¿Acaso no es él, un resultado de estos tiempos, antítesis de la era Bush para llegar a una nueva síntesis?

Habemos muchos optimistas, y creemos que un poco de esperanza en estos tiempos es hasta necesaria, y quizás lo que cabe es tratar de seguir las palabras del mencionado Saramago cuando dice: “Muchos de nosotros lo decíamos hace mucho tiempo. Puede que sea la ocasión para intentar ponernos de acuerdo sobre la forma y la manera” de construir ese mundo que soñamos.

El trabajo es duro y el camino es largo, dos razones para no perder tiempo y empezar ya.

Managua, en Enero lleno de oscuros nubarrones económicos y políticos de 2009.

María Elsa Vogl y Neville Cross
Miembros de Centro Nicaragüense de Escritores.

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