Para hablar de ti Debo hacerlo en silencio Vestida para la oración Confesándome lo cierto. Para referirme a ti Debo dejar los juegos Y la que muda verdad Rasgue sonrisas y caretas Para decírtelo a ti Uso la voz de lo absoluto Eres el Amor sin paliativos El Amado sin adjetivos María Elsa Vogl
Category: Poesía
Poesía escrita por María Elsa Vogl
El golpe de remo, tu sonrisa. El fondo del mar lejano, tu mirada. El calor de la playa, tus manos. Y de pronto llegamos desaparecemos arribando a la costa sabiéndonos despiertos soñamos. Hablamos en silencio retozamos sin movernos. Por debajo de la palabras nos comunicamos tendemos un puente ida y vuelta y queda esperándonos la
Me gusta tu silencio después de amarnos tu pudor con las palabras. Cuando los cuerpos se hablaron a gritos Nada más hace falta. María Elsa Vogl
I El filo de tu ausencia delimita Cada segundo de soledad que atesoro Rodeada de mis espacios vacíos Plantándome firme miro de frente Girando lentamente veo mi horizonte Nítido, solo, terrible. Es el desafío a estar conmigo misma A desentrañarme A entenderme A amarme II Quiero modelar cada instante de mi soledad Redondearla, perfeccionarla Pulirla.
Rendí mi lanza a la vejez la llamo por su nombre me acomodo en mi categoría y aprendo a ser feliz en ella. Ni cirugías ni cremas ni tintes ni maquillajes nada de sesiones de masajes nada de dietas naturistas. Soy vieja y plena con las manos de mi madre arrugadas y hacendosas minuciosas en
I Para eternizar un amor búsquese uno perfecto escoja de él su mejor momento deslice la mano sigilosamente como en caricia leve y déle muerte. (Debe quedar la sonrisa sin desvanecerse) Empáquele adornado con felices recuerdos si es usted certero tendrá a su alcance un amor eterno. II Me he rodeado del recuerdo de mis
Vi arcos rocosos, como abrazos de la tierra Sentí arcos cariñosos, como tu abrazo El arco me pareció ser el inicio de la vida También su final y vuelta a comenzar El arco que envuelve poderoso El arco que deja ir por no ceñir O por ceñir demasiado El arco que aun no he visto
Cuando te quiero a ti lo hago exclusivamente te soy absolutamente fiel en ese momento. Mis manos inventan caricias solamente para ti únicamente por ti vibro de esta manera. Cruzando el dintel de nuestro encuentro no hay nadie más entre tú y yo. ¿Para qué quieres saber si amo a otro de otra manera en
Las seis de la tarde y tus brazos el Ave María de Shubert y suspiros dorado sol asomado en la ventana. Si alguna vez pude creer en Dios fue en esa tarde de amor sincero la oración y el amor llevan al cielo. María Elsa Vogl