CUBA

I Algunos dirigentes  cubanos en la década de los ochenta nos dijeron que no habían  llegado a Nicaragua a decirnos que hacer, sino a contarnos  de los  errores que ellos habían cometido y de las cosas que les habían  salido  mal para que, previos análisis de nuestra realidad, tratásemos de  no  cometer sus  mismos errores