I
David Ovason es un escritor estadounidense que explora temas desde la astrología, pasando por la simbología y el ocultismo hasta explorar las teorías conspirativas. Es un especialista en las obras de Nostradamus.
Obviemos su más conocido libro sobre La Interpretación Definitiva de las Famosas Profecías de Nostradamus y centrémonos en su libro excepcionalmente documentado de “La arquitectura secreta de Washington D.C·” donde manifiesta que el plan central en la construcción de la capital norteamericana, se originó en una posible planificación masónica.
II
En su fascinante tesis Ovason plantea que Washington es una ciudad que pertenece a las estrellas y donde señala que en la urbe existen más de treinta símbolos zodiacales con una orientación significativa. El escritor que por más de una década se ha dedicado al estudio de la astrología encontró influencias masónicas en la arquitectura y el trazado de la metrópolis estadounidense y fue uniendo cabos.
III
Resalta que los tres edificios principales: el Capitolio, la Casa Blanca y el monumento a Washington, establecen una unión entre el cielo y la tierra y se pregunta ¿Por qué?. Ovason quedó intrigado al descubrir lo que llamó “Los zodíacos secretos”, más bien “zodíacos inadvertidos” y decidió develar su tesis en el mencionado libro.
¿Es posible que esos zodíacos se hayan colocado donde están para recordar a quienes dirigen a los Estados Unidos que el Mundo Espiritual, simbolizado por la luz de las estrellas, nos rodea por todas partes y no se puede prescindir de él impunemente?
IV
En su monumental trabajo de 600 páginas concluye que esos zodíacos obedecen a la creencia de que una urbe orientada astrológicamente es un potente talismán para armonizarse con el Cosmos y dominar el mundo.
Entre las profecías de Nostradamus está aquella que dice que en siglo XX el poder mundial pasaría a EE.UU.
V
Uno de los ejemplos más elocuentes se encuentra en los siete zodíacos que ilustran los muros y los suelos de la biblioteca del Congreso, que es tenido como el edificio público más bello de América. Su existencia se debe exclusivamente al interés del militar y masón Thomas Lincoln Casey, al ayudante astrónomo más célebre de su tiempo, Simon Newcomb, y, con otros, responsable también de la erección del colosal obelisco de la ciudad.
VI
Ovason afirma que esta biblioteca, levantada justo detrás del Capitolio, es la piedra angular de un plan esotérico para infundir espiritualidad a la metrópolis, así que decidió revelar su tesis donde expone las razones por las cuales se eligió el día 28 de Agosto de 1890, para colocar la primera piedra de esta biblioteca, cuando el Sol y Saturno estaban en conjunción armónica con el signo de Virgo. Si hubieran esperado hasta el día siguiente, dice Ovason, la carta astral del edificio desde el punto de vista astrológico hubiese apuntado al desastre.
VII
El significado profundo del simbolismo zodiacal, visible por todo Washington D. C., es tan sutil que para los no iniciados estos símbolos pasarán inadvertidos, no obstante estar públicamente encriptados en mármol, escayola, hormigón, cristal y pintura.
El 13 de octubre de 1792 a mediodía, se colocó la primera piedra de la Casa Blanca. La ceremonia fue oficiada por el Hermano Casaneva, Maestro de la logia George Washington número nueve.
El 18 de septiembre de 1793, -durante el acto de fundación del Capitolio-, George Washington, junto al Gran Maestro masón Joseph Clark y tres venerables maestros de sendas logias, descendieron a la zanja, en la que se había puesto la piedra angular para depositar en ella grano, vino y aceite. A continuación, toda la congregación se unió en oración, seguida por cánticos masónicos y las consiguientes muestras de júbilo.
VIII
De este libro de Ovason, C. Fred Kleinknecht, Ex-Soberano Gran comendador del Supremo Consejo del Grado 33 Jurisdicción Sur de los Estados Unidos, con sede en Washington D.C., con palabras atribuidas a Hermes Trismegistus expresa que “as above, so below”, (Como es arriba, es abajo) y afirma que en la ciudad de Washington D.C. descansa el corazón de las tradiciones esotéricas de Occidente, añadiendo que el universo y lo que éste contiene no solo se refleja en la tierra sino también en el hombre y sus obras.
IX
El Ex S:.G:.C:., afirma que la eterna búsqueda del hombre ha sido su intento de entender el significado de su existencia y su lugar en la creación. El hombre ha observado atentamente los movimientos de las estrellas, tal como lo leemos en el génesis 1:14 buscando señales y estaciones. No solo las estrellas han guiado a los viajeros por tierra y mares, sino que sus constelaciones son arquetipos que han sido vistos como guías de hombres y de naciones.
En este libro, agrega Kleinknecht, David Ovason propone la tesis extraordinaria de que Washington pertenece a las estrellas (Washington is a city of the stars). Demuestra que en Washington hay como 30 zodíacos y que la mayoría de ellos están orientados en un sentido claramente intencional. Más sorprendente es que estos zodíacos fueron diseñados para apuntar a los cielos buscando como unir en sagrado matrimonio a Washington con las estrellas.
X
Este descubrimiento es paralelo a lo que recientemente aprendimos sobre las grandes pirámides de Egipto, cuya posición corresponde a las tres estrellas del Cinturón de Orión, mientras el Nilo ocupa la misma relativa posición que la vía láctea.
Todavía se debate si esta ubicación fue intencional, lo que parece indudable o innegable es la correlación de las obras en la tierra con los astros. De igual manera las ubicaciones y significados de los zodíacos en Washington claramente hablan de una relación estrecha entre el cielo y la tierra.
XI
A nuestro criterio, para algunos hombres en particular, el aspirar a la espiritualidad es una constante, así como para la humanidad en general, es base de muchas esperanzas.
Managua, en los primeros días de un caluroso marzo de Cuaresma de 2010
Neville Cross y María Elsa Vogl Montealegre
Miembros del Centro Nicaragüense de Escritores.