(Modernas patentes de Corso)
I
Hoy compartimos algunas ideas que tomamos de la página de opinión de “El Nuevo Herald” de Miami, edición “on line”.
Leímos un curioso e interesante reportaje suscrito por el periodista Gerardo Reyes, quien se firma con su email address: greyes@elnuevoherald.com y que fue publicado con fecha 3 de febrero de este año. Pareciera que los nombres se han convertido cada vez más en sus siglas con el signo de @ en medio.
II
En su reportaje el periodista critica los acuerdos extrajudiciales que exoneran a banqueros, verdaderos delincuentes de cuello blanco. Y es de malos pensados especular que corrieron bajo el puente algunos cientos de miles de dólares para lograrlo.
El dólar podrá estar algo maltrecho, pero aún así hace girar las ruedas de las instituciones judiciales en diversas partes del planeta. ¿Hay o no al fin una lista de jueces sensibles a los narcodólares?
III
Nos cuenta el mencionado periodista que las autoridades norteamericanas “descubrieron” (¡qué sorpresa!) que el CREDIT SWISSE BANK canalizó ilegalmente desde Irán y de Cuba, fondos millonarios al sistema financiero gringo.
Las diferencias ideológicas y las diatribas de los mandamases contra esos gobiernos totalitarios, son evidentemente solo para consumo de los lectores de la mass media.
IV
Los directivos de dicho banco suizo pagaron en Diciembre de 2009 la bicoca de $534 millones de dólares para llegar a un “acuerdo de acusación diferida.” Acuerdos sumamente criticados pues evitan los procesos judiciales y se llegan a soluciones interesantes e interesadas.
Conforme a este “acuerdo de acusación diferida”, para no enfrentar juicios ni mayores consecuencias jurídicas, el CREDIT SWISSE BANK pagó la multa y se comprometió a “implementar” una serie de medidas ordenadas por el Tío Sam. El gobierno de la Casa Blanca como contrapartida se compromete a no iniciar acciones penales por el momento ni divulgar los nombres de “los beneficiados” mientras estos señores de cuello blanco no reincidan.
Justicia Ad-hoc para banqueros poderosos.
V
Algunos críticos consideran estos acuerdos como modernas patentes de corso para actuar libremente mientras no los descubran y llegado el caso, pues compran el derecho a diferir los procesos hasta la próxima ocasión en que los descubran reincidiendo.
VI
Bill Pascrell Jr. representante demócrata por Nueva Jersey pidió mayores controles pues estos acuerdos, según él, carecen de supervisión y transparencia “lo que resulta en terreno fértil para acciones impropias.”
Y agregó que estos acuerdos son poco conocidos, no se monitorean y la oficina de fiscalización del gobierno (GAO por sus siglas en inglés) no tiene capacidad para elaborar estadísticas y menos para determinar su cumplimiento ni cuanto han contribuido estos acuerdos en combatir la delincuencia corporativa.
VII
El periodista encontró información fidedigna de que en el año 2007 se dieron 38 de estos acuerdos; 24 en el 2008 y 23 el año pasado pero no pudo encontrar ni los detalles ni los nombres de los ejecutivos que le compraron a la justicia norteamericana estos cese al fuego o treguas bautizadas con el nombre de justicia diferida.
El representante de Nueva Jersey fue más allá y envió un proyecto de ley para evitar estas patentes de corso, proyecto que duerme cómodamente engavetado en el laberinto kafkiano del Capitolio de Washington D.C.
VIII
El inocente pueblo norteamericano en general, no concibe ni supone que además de las multas hayan pasado debajo de la mesa jugosas coimas para obtener las bondades de los funcionarios de la procuraduría de justicia norteamericana.
Por un lado nosotros somos mal pensados y por otro lado no somos norteamericanos, así que podemos suponer cosas que no se supone que ocurran en los Estados Unidos.
IX
Pero los funcionarios de Estados Unidos son mal pensados cuando se trata de juzgar a los gobiernos que no obedecen las directrices de Washington y entonces ven corrupción con la misma sabiduría bíblica de ver la paja en ojos ajenos y no ver las vigas en los acuerdos extrajudiciales que nadie allá sospecha ni conoce, excepto algunos valientes pero escasos periodistas.
X
Con nuestro irredento optimismo, pensamos que tarde o temprano la democracia se impondrá. Y un día quienes quieran envenenarse con drogas lo podrán hacer legalmente y entonces se tendrán que acabar las millonarias sumas que por arriba y debajo de la mesa se están transfiriendo y lavando por medio de los bancos con estas modernas patentes de corso. Nosotros hacemos votos porque sea más temprano que tarde.
Managua en vísperas de la semana santa de 2010
Neville Cross y María Elsa Vogl
Miembros del Centro Nicaragüense de Escritores